Voces
Cáceres dijo que fue a “ratificar el compromiso con la memoria, verdad y justicia”
El titular de PJ entrerriano José Cáceres dijo que fue al juicio “a respaldar a los organismos que han llevado la lucha durante tantos años, y recordar al querido Mencho Germano, como uno de los impulsores de que se esté llevando adelante”.
El titular de PJ entrerriano, José Cáceres, concurrió esta mañana al Tribunal Federal de Paraná para presenciar la jornada de audiencias testimoniales del juicio por el robo de bebés durante la última dictadura militar.
“Como ciudadano entrerriano y peronista sentía la obligación de venir a dar el más claro y rotundo apoyo a la lucha por la memoria, verdad y justicia”, manifestó Cáceres, que destacó que “en esta fecha recordamos el golpe de 1955 y la Noche de los Lápices”.
Además, dijo confiar en que “seguramente habrá un fallo condenatorio y será un homenaje también para el Mencho”.
Cáceres expresó que, “para los entrerrianos esta causa es un hecho histórico, ya que es el primer juicio que se hace en la provincia por delitos de lesa humanidad. De ser condenados los procesados, como todo indica, sería un paso importantísimo para nuestra provincia en el esclarecimiento de los terribles crímenes de la última dictadura militar, que hoy se incluye en el concierto de provincias que llevan adelante los juicios por la verdad”.
A su vez, destacó que “justo en un día tan especial pude venir, porque el 16 de septiembre recordamos la Noche de los Lápices, ocurrida hace 35 años, y el golpe de la revolución fusiladora, como le decimos nosotros, contra el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón en 1955. Se me dio así en la agenda, y por eso quiero evocar lo que ocurrió en la Argentina, para que nunca más vuelva a suceder”.
El titular del PJ resaltó además que “los juicios a los genocidas tienen mucho que ver con las políticas desarrolladas desde el gobierno nacional a partir de 2003. La labor de Néstor y Cristina Kirchner fue fundamental. El apoyo político claro, la depuración de la Corte Suprema y la Justicia Federal, crear las garantías necesarias para avanzar en la búsqueda de la justicia son en buena medida logros del gobierno nacional”.
Tras presenciar la declaración de Jaime Drí, por teleconferencia, Cáceres dijo haberse sentido “conmovido por sus palabras, fue un testimonio claro y muy importante, en que en el último párrafo de sus declaraciones llamó a romper el pacto de silencio entre los represores para escribir una nueva historia en nuestro país. Su mención a los jóvenes que hoy vuelven a la política y su llamado a romper el círculo del terror fue muy importante porque el peronismo es el testimonio de estas luchas”.
“Desde el bombardeo a la Plaza de Mayo en junio del 55, el golpe de la Revolución Libertadora, los fusilamientos de Valle y los patriotas en León Suárez en el 56; pasando por la proscripción de nuestro movimiento, el Plan Conintes, la desaparición de Felipe Vallese en el 62, los muertos de Trelew en el 72; hasta los 30.000 compañeros desaparecidos; todos y cada uno de estos hechos son parte de un mismo ciclo de terror mediante el cual la oligarquía y el imperialismo sometieron al pueblo y pretendieron destruir el proyecto de justicia social forjado por el peronismo a mitad del siglo XX”, finalizó José Cáceres.
Fuente: ELOCE.COM
http://www.elonce.com/secciones/politicas/nota.php?id=230270
17 Sep
Destacan el testimonio de una enfermera que sumó datos sobre la maternidad clandestina
El testimonio de la enfermera que recordó la internación de un niño como NN en Neonatología “nos pareció muy importante” porque avala la hipótesis de “una relación entre el IPP y el Hospital Militar”, dijo Piérola a Elonce Tv.
En la décima jornada de debate del juicio oral y público por robo de bebés durante la última dictadura militar se escucharon tres testimonios de peso: el del hermano del desaparecido Victorio Erbetta y militar retirado, que dio cuenta de la internación de embarazadas detenidas para dar a luz en el Hospital Militar de Paraná, lo que refuerza la hipótesis del funcionamiento de una maternidad clandestina; el de una enfermera del Instituto Privado de Pediatría (IPP) que declaró haber atendido a un bebé NN proveniente del nosocomio castrense al que atendía el médico Miguel Torrealday; y el del periodista rosarino Carlos Del Frade, quien aseguró que, durante una entrevista, el represor Eduardo Costanzo le dijo que el imputado Jorge Fariña se había llevado a la hija mujer de la detenida desaparecida Raquel Negro después del parto, publica Uno.
Finalizada la audiencia, el abogado querellante Álvaro Baella manifestó ante Elonce TV: “Queremos destacar el testimonio de Del Frade, que da cuenta que las versiones de Costanzo venían siendo dadas a la luz en distintas versiones periodísticas desde el ’96, ’97 y ’98, tanto a él como a Reynaldo Sietecase y a Miguel Bonasso”.
Según el letrado, “éstas versiones son absolutamente contestes con lo que después declara Costanzo sucesivamente, pero en una etapa más avanzada, cuando empezamos a ver los primeros resultados del avance de los juicios”.
Inclusive Baella destacó que “a esto ya lo venía sosteniendo Costanzo en pleno momento de impunidad, cuando la posibilidad de los juicios no se avizoraba. En ese momento, daba cuenta de los nacimientos de los mellizos y también hablaba de un convento, y fueron las pistas con la que se pudieron dar y encontrar a Sabrina Gullino”.
Por su parte el querellante Álvaro Piérola destacó el testimonio de la enfermera que declaró hoy y que trabajaba en 1978 en el Instituto Privado de Pediatría. El letrado señaló que la mujer recordó “a un niño que fue internado, que estaba alojado cono NN y que era proveniente del Hospital Militar de Paraná”.
En ese sentido, comentó: “Nos pareció muy importante su testimonio, porque se sigue avalando nuestra hipótesis inicial de acusación, que tiene que ver con una relación existente entre el IPP y el Hospital Militar”.
“Los mellizos, conforme constancias del propio IPP, estuvieron en Neonatología. Así que el aporte que hizo la enfermera hoy es muy provechoso para la causa”, redondeó Piérola
http://www.elonce.com/secciones/policiales/nota.php?id=229920
14 Sep
Oberlín: consideró que hay «un acuerdo para seguir diluyendo responsabilidades»
Tras la novena jornada del juicio Hospital Militar que se desarrolla en el Juzgado Federal de Paraná, la abogada querellante en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Abuelas de Plaza de Mayo, Ana Oberlín, dijo que es evidente que entre los médicos del Instituto Privado de Pediratría (PPI) hay «un trasfondo» que indica que «están de acuerdo en seguir dilatando y diluyendo responsabilidades».
La abogada, tras la novena jornada del juicio que se lleva adelante en Paraná, habló con el móvil de LT14 y contó que se volvió a llamar al médico Miguel Torrealday «porque entendemos que hay contradicciones entre ellos (médicos del IPP) y hay puntos que siguen sin aclararse», dijo.
«Es impensable, por las dimensiones que tenía el Instituto que no hayan podido ver nada, no pueden haber pasado desapercibido», dijo.
Entre los testigos que declararán la semana próxima está el represor Eduardo Constanzo. Vale decir que el juicio se reanudará el próximo miércoles a las 10.
[audio:http://mesajuicioycastigo.com.ar/causahospitalmilitar/files/2011/09/oberlin-considero-que-hay-un-acuerdo-para-seguir-diluyendo-responsabilidades.mp3|titles=oberlin-considero-que-hay-un-acuerdo-para-seguir-diluyendo-responsabilidades]
9 Sep
El juicio de las revelaciones y las amnesias selectivas
Lo que dejaron hasta ahora las audiencias
Los testimonios de algunas enfermeras permitieron confirmar que Raquel Negro, secuestrada y desaparecida por la dictadura militar, dio a luz a mellizos en el Hospital Militar. Que la mujer fue trasladada de Rosario con los estudios previos ya realizados y que estuvo unos 15 días internada en el nosocomio castrense de la capital entrerriana. Los médicos civiles, en cambio, demostraron una sugerente amnesia al momento de hablar de nombres propios. Uno de ellos insistió en que el mellizo varón debe haber muerto.
Por Jorge Riani para El Diario
Los mellizos son el sujeto de una historia. De una historia negra, que como en toda tiene villanos, pero también héroes, algunos de ellos anónimas personas, sencillas personas, que se animaron a decir lo que otros quieren acallar. Los mellizos están en boca de todos los testigos. Que se los llevaron, que no se supo qué destino tuvieron, que uno de ellos estaba enfermo y quizás no haya sobrevivido, que a la madre a la mataron. La historia conmociona y más cuando con un simple giro de cabeza se puede ver a aquella niña nacida en cautiverio, hoy de 33 años, escuchando este relato, con la mirada en otro lugar, pero la atención bien puesta en lo que se dice y en lo que se calla.
En la semana que terminó, Sabrina Gullino, una de esos mellizos, habló de su historia: del modo en que se enteró de que sus padres biológicos son dos de las miles de personas que la dictadura militar hicieron desaparecer; del modo en que ella se convirtió en Gullino y cómo luchó por restituir su identidad de origen sin negar ni contradecir la identidad edificada a partir de su familia adoptiva.
La semana abrió con el testimonio de Sabrina y continuó con el de su hermano Sebastián Álvarez –primogénito de la detenida y desaparecida Raquel Negro–. En la siguiente jornada la nota fue puesta por una enfermera viejita, casi sorda, que con lenguaje familiero y desacartonado conmocionó con su relato, como se verá más adelante.
Quedará para los sociólogos, acaso para los epistemólogos, el intríngulis que se da –al menos en este juicio– entre la verdad, la mentira, la valentía, la cobardía, en vinculación con el status social, con el prestigio que otorga en su singular escala de valores una sociedad.
Dicho de otro modo, en este juicio son algunas enfermeras de las de antes, hoy viejitas jubiladas, las que hablan sin pelos en la lengua.
Quizás no entienden cuando el juez les pregunta si están “comprendidas en las generales de la ley” y hasta haya que traducirles al lenguaje cotidiano cada frase de rigor.
Pero no se pierden cuando les preguntan por datos concretos, nombres, fechas, hechos. No tienen detrás de sí una corporación que defender. No son militares, ni médicos de institutos privados. Son viejitas que acuden con sus nietos al Juzgado y que dicen sin tapujos que vieron a Raquel Negro, que llegó en un auto, que le hicieron los estudios en Rosario, que dio a luz en el Hospital Militar, que estaba golpeada y que un día se llevaron a madre e hijos.
PALABRAS Y SILENCIOS.
“Raquel Negro llegó y la pusieron en una sala de guardia médica. Me contó que venía de Funes, que tenía un nenito que estaba con los abuelos y que venían dos más”. El relato corresponde a la enfermera Natalia Krunn, que aportó datos certeros.
Otras frases textuales de la testigo que merecen ser subrayadas:
“El suboficial Vergara me mandó a que la atendiera (en referencia a Raquel Negro), le hiciera el aseo y cambiara la ropa de cama. Pero me dijo que no hablara con ella”.
“Cuando nació el varoncito se lo pusieron a la madre, lo abrazó, lo tocó, pero después se lo sacaron porque dijeron que no estaba muy bien”.
“Al chico no le vi ningún problema; ahora, si se descompensó después, yo no lo vi”.
La defensa de los procesados preguntó por qué sabía que la detenida se llamaba Raquel Negro. Sin titubear, la mujer respondió: “Porque me lo dijo ella misma”. Además reveló un dato que no quedó inadvertido: que la parturienta estuvo en el Hospital Militar unos 15 días antes del alumbramiento. ¿Puede estar más de dos semanas una detenida, con el movimiento extraordinario de custodia que implicaba, sin que los jefes de servicio, los médicos, los militares de alto rango supieran nada? No se trató de un caso aislado; reinó la conmoción por esos días en el Hospital Militar. ¿Pueden olvidarse de una atención tan atípica que se prolongó durante unos 15 días?
Los médicos Juan Luis Ferrarotti y Alfredo Berduc coincidieron en una frase repetida en no pocos pasajes de sus declaraciones: “No me acuerdo”. Muy atentos, despiertos, de buen léxico, pero de memoria endeble, los profesionales de la salud no aportaron datos de relevancia.
Pero quedó la sensación de que, en el caso de Berduc, primó un llamativo interés en dejar en claro que probablemente el mellizo varón –el hermano que nació junto con Sabrina Gullino y que nunca apareció– no haya podido sobrevivir.
El instancias anteriores el médico no recordaba ni el caso, hasta que se le refrescó la memoria en un careo, justamente con una enfermera. Por eso llegó hasta este juicio recordando el nacimiento de los mellizos, pero con una sugestiva desmemoria para aportar nombres. Y eso se patentizó en una de sus frases: “Me acuerdo del caso, no de los nombres”.
También resulta llamativo que después de no recordar el caso, en tiempos de la instrucción, esta semana sí haya podido precisar que el mellizo varón estaba cianótico y que por el cuadro que presentaba posiblemente haya padecido de una cardiopatía congénita severa.
Dio una clase magistral de cardiología, con léxico científico y notable capacidad para explicar el funcionamiento del sistema respiratorio y circulatorio. Aventuró que el mellizo de Sabrina habría muerto, pero –vale insistir– olvidó pasajes clave que podrían recrear la historia y saber el destino del niño perdido.
Por eso la advertencia que la jueza Lilia Carnero formuló tanto a Berduc, como antes a Ferrarotti, cobra importancia: “Le informamos que la búsqueda de ese menor prosigue. De modo que le pedimos que haga memoria”.
Algunos textuales del cardiólogo Alfredo Berduc:
“Dios quiera que (el mellizo) haya sobrevivido, pero creo que me dijeron que había muerto”.
“No recuerdo”, en alusión a quién le dijo que el niño había muerto.
“Tratamos de darle condiciones de vida para el traslado, pero con una cardiopatía de ese tipo (el paciente, para el caso el niño) no pasa los cuatro días”.
“No recuerdo”; en alusión a quién dio el alta a los mellizos y a la madre.
“Sí, pudo haber sobrevivido, pero con cirugía mediante. Esas cirugías se hacían en Buenos Aires y La Plata”.
“No recuerdo”; en alusión cómo estaban registrados los niños en las planillas de rigor.
“El doctor (Juan Antonio) Zaccaría cumplía funciones más bien administrativas” y “el doctor (Juan) Ferrarotti poco tuvo que ver con el caso”.
“No recuerdo”; en alusión a si los niños fueron trasladados al Hospital San Roque o al Instituto Privado de Pediatría.
¿Por qué tanto interés en dejar la sensación de que el niño de Raquel Negro y Tulio Valenzuela había muerto?
Queda por delante un mes y medio, quizás dos, de audiencias. Y a las esperanzas de que se haga justicia apuntando a las responsabilidades de quienes participaron de la obra macabra, se suman las de encontrar con vida al hijo de Raquel Negro. Porque sólo así la justicia será completa.
4 Sep
Memoria y justicia en las luchas del presente
por Silvio Méndez para El Diario
Colectivamente, las historias se pueden construir y desconstruir de distintos modos, con distintos “materiales” del sentido y el quehacer social a los que, precisamente, se eche mano. Es por esto que las interpelaciones a los hechos del pasado, no dejan de ser en cierto punto, interpelaciones a los acontecimientos y estado de la cuestión sobre el presente.
Los modos en que se narra la historia, las formas en que se elaboran los relatos, entonces, son también expresiones de las perspectivas sobre cómo encaramos el día a día.
Si hasta la memoria misma, este concepto que parece tan intangible, toma cuerpo en renovadas luchas y acciones de la vida cotidiana. Aunque la historia y los recuerdos no están exentos de quedar petrificados en evocaciones nostalgiosas y moralistas de un pasado mejor.
El juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura que se lleva adelante en la ciudad, forma parte de este campo de tensiones y disputa de cómo se cuenta la historia, de cómo se recrea la memoria. Ya pudimos comprobarlo en los lúcidos testimonios de enfermeras que trabajaron en el Hospital Militar de Paraná que cuentan el sufrimiento de una parturienta secuestrada y la sustracción de sus mellizos, frente a médicos olvidadizos que sostienen todavía al día de la fecha esa antigua complicidad con las atrocidades cometidas por los represores.
Por eso este juicio, a su vez, da cuenta de qué valores y prácticas sostenemos socialmente. Porque siendo uno de los espacios institucionalmente más importantes, con él no sólo se dirimen los alcances que puede alcanzar la justicia en esta democracia luego del último genocidio cometido en Argentina. También se dirime una disputa de la indiferencia, el autoritarismo y el desprecio por la vida humana, frente a la solidaridad, el compañerismo y el compromiso con la libertad.
El desenvolvimiento de esta causa no debería ser dimensionado solamente por sus consecuencias jurídicas, sino cómo un posicionamiento ante una aparente indiferencia de una mayoría que observa la escena como ajena, como si no estuviera involucrada en algún vértice, como si fuera algo foráneo.
La consecución de este juicio —al que le preceden ricas experiencias de reivindicaciones y de luchas, junto a decididas medidas políticas—, constituye ya un “material” con el cual se pueden asentar mojones para narrar y reconocer nuestra historia. De alguna manera, casi en una dimensión pedagógica, el juicio por robo de bebés en la última dictadura en Paraná se inscribe contemporáneamente en una disputa persistente por sostener los derechos humanos y, sobre todo, en una herramienta que puede ser clave para dimensionar qué podemos esperar de nosotros mismos, colectivamente, de aquí hacia un mañana.
4 Sep
“Pensamos que el hermano de Sabrina está vivo y que lo vamos a encontrar, eso es lo que nos mueve a seguir”
Entrevista a Álvaro Piérola, abogado querellante en la Causa Hospital Militar
“Ya no es tiempo de tener miedo ni de callar: es tiempo de aportar, hablar, comprometerse y entre todos transitar este camino de justicia que nos hace crecer. No hay que pensar que la dictadura fue un tema solamente de las víctimas directas: es un tema que atravesó a toda la sociedad”, subrayó el abogado querellante en la Causa Hospital Militar, Álvaro Piérola. El letrado, reconocido militante de derechos humanos, dialogó con ANALISIS DIGITAL sobre la complicidad civil en los hechos que se investigan, las impresiones de la querella y Sabrina Gullino en estas primeras seis jornadas del juicio, sus expectativas para las audiencias que continuarán la próxima semana y el interés de los paranaenses por conocer lo que sucedió en nuestro pasado reciente: “Lo bueno del juicio oral es que la gente puede escuchar los testimonios y conmoverse con aquello que se relata. En este caso ha pasado, y con creces. Hay buena sintonía. Lo que he notado en estas dos semanas ha sido muy bueno. Estoy gratamente sorprendido”, remarcó.
Martín Gerlo
De ANALISIS DIGITAL
Mientras nos sentábamos, Piérola recordó con una sonrisa el origen de la investigación que dio lugar a la causa: “Era de otra dimensión pensar que pudo haber funcionado una maternidad clandestina en el Hospital Militar de Paraná. Por el Mencho (Guillermo Germano), que tuvo en cuenta varios elementos de peso –que era un nosocomio zonal y que dependía del Segundo Cuerpo del Ejército-, junto al trabajo de los compañeros y los técnicos de fueron aportando datos, logramos en 2009 saber de Sabrina”, detalló.
Luego de intercambiar algunas impresiones, dialogamos sobre distintos aspectos de lo que generó el juicio que se viene desarrollando hace dos semanas.
-¿Los sorprendió un poco la declaración de Juan Antonio Zaccaría?
-Nos sorprendió porque no la esperábamos. Sabíamos que el consejo de su defensa era no hacer manifestaciones, no declarar. El hecho de que haya pedido hacerlo, y haya dicho lo que dijo, ha sido sorpresivo. Fue al inicio, lo cual también allana el camino para todo lo que viene. No es el caso de las declaraciones de (Pascual) Guerrieri y (Juan) Amelong, que fueron más de lo mismo, lo que se escucha siempre: relatos que tienen que ver con una cuestión abstracta, funcional-genérica, pero apartándose del hecho en sí. Y siempre apelando a esta vieja estrategia de echarle la culpa al muerto. Zaccaría también lo hizo: habló de médicos que ya fallecieron. Hasta acá, los testimonios –sobre todo los del jueves- han sido contundentes. Nos han conmovido a todos. Los testimonios de las enfermeras fueron muy buenos. (Alfredo) Berduc tuvo dos oportunidades de hablar en la Instrucción, donde dijo que no sabía nada. Luego pudo saber, por el careo, y ahí empezó a recordar algunas cuestiones. Sin duda, su actitud y desempeño han dejado mucho que desear.
-¿Esperaban esta actitud por parte de los médicos? ¿Qué lectura hacen del hecho de que las enfermeras estén aportando mucho y aquéllos parezcan tener amnesia?
-Nosotros venimos trabajando hace muchos años en la investigación de delitos de lesa humanidad en la provincia, y uno siempre tiene la expectativa de un dato más, de un dato nuevo. Eso es lo que va generando la motivación para seguir. Siempre ante tan aberrantes hechos, uno apela al sentido de humanidad de todos nosotros, fundamentalmente de los testigos, para que puedan aportar todo aquello que saben…
-…lo que fue un poco la interpelación de Sabrina a la sociedad paranaense este miércoles…
-Exactamente: tanto Sabrina como Sebastián interpelaron a la sociedad paranaense, para que aquél que sepa algún dato, pueda aportarlo. Esto va a continuar siendo así, porque nosotros seguimos buscando a su hermano mellizo. Ella lo busca con mucho ímpetu. De algún modo, se ha puesto la investigación al hombro, junto a su hermano Sebastián. Eso es muy importante. Nosotros, tanto de los médicos como de todo el personal del hospital y del Instituto Privado de Pediatría (IPP), tenemos expectativas de que vayan surgiendo datos: no tanto sobre la responsabilidad –que eso va de suyo- de las personas que están sometidas a juicio, sino para la búsqueda de una persona de más de 30 años.
-Más allá del caso comprobado de Sabrina, que ratifica el funcionamiento de una maternidad clandestina, este jueves otra enfermera dio una pista sobre un posible nuevo hecho. Una madre que no era Raquel Negro, por haber sido primeriza y estar embarazada de un solo chico. ¿Qué hay de eso?
-Eso lo dice la partera, quien cuenta que una persona baja de un auto viejo y la llevan del brazo a hacerle los controles. Ella no estaba en el momento del parto: se enteró después, por los comentarios. Dijo que el embarazo era de siete meses y medio, y que la madre era primeriza. Podría ser Raquel, como así también otra persona privada de su libertad. No deja de ser una línea posible, que tendremos que seguir. En la Instrucción hicimos un recorte de la causa, que es lo que elevamos a juicio. Lo demás se sigue investigando. Todos estos datos que van surgiendo pueden ir nutriendo la investigación que está haciendo la Instrucción en el Juzgado Federal Nº1 de Paraná. La maternidad clandestina, con un solo caso, se engarza y es un eslabón más de lo que pasó en la Argentina desde 1976. Esto que dijo la partera es una punta que tendremos que seguir investigando.
-¿Cómo analizan lo declarado por Guerrieri, quien argumentó que si bien el Hospital Militar de Paraná era zonal, jurisdiccionalmente pertenecía a un Destacamento de Inteligencia que no es en el cual él se desempeñaba, pretendiendo así desvincularse de los hechos? ¿Qué pruebas tienen Uds. para demostrar que no fue así?
-El Hospital Militar de Paraná tenía una dependencia directa del Comandante del Segundo Cuerpo del Ejército. De él dependían los destacamentos de Inteligencia. Nosotros le entramos al revés de cómo lo explicó Guerrieri: la dependencia directa es del hospital con el Comandante, debajo del cual estaban los distintos destacamentos. Lo que dijo no nos conmueve de ningún modo. Esto se puede explicar con datos que ya existen en la causa.
El momento del parto
En las testimoniales de este jueves, una enfermera brindó detalles inéditos sobre el nacimiento de los hijos de Raquel Negro en el nosocomio castrense de la capital provincial: “Cuando nació el varoncito, Raquel lo tocó, lo abrazó. Después lo sacaron dos personas que yo no conocía, que me dijeron que el chico no estaba bien, aunque yo no noté nada fuera de lo normal. La nena se quedó con la madre. Al día siguiente no estaban. Nunca más supe de ellos”, había narrado. Piérola hizo alusión a este nuevo dato:
-¿Cómo tomó Sabrina la emotiva declaración de la enfermera que relató los primeros minutos de su vida?
-Eso nos conmovió a todos. Fue un testimonio muy sincero, de una persona que de alguna manera sintió que a Raquel le arrancaron al niño. Ella misma, como madre, habrá tenido la sensación de despojo. Estuvo en el momento donde los chicos nacieron, y pudo relatar que la madre los tuvo en sus brazos. Eso fue conmovedor. Un testimonio que salió de lo más profundo del sentimiento de una persona. Ni hablar que también fue muy convincente a los efectos probatorios, que en un juicio es lo que más importa. Sabrina viene muy conmovida con esto que está pasando, y tiene muchas expectativas de que se sigan aportando datos. Esta mujer fue una de las que más tiempo compartió con Raquel, quien le transmitió su preocupación sobre qué haría cuando sus hijos nazcan. Jamás pensó que se los iban a robar. En ese sentido, eso fue más conmovedor aún: todos estos relatos vivenciales, y saber que Sabrina pudo haber estado en los brazos de su madre…
-En su declaración, Berduc dejó abierta la posibilidad –desde el punto de vista clínico- de que el otro mellizo haya podido sobrevivir, ya que la patología que tenía impone a los pocos días de vida la necesidad de una asistencia quirúrgica. Es decir que, si él vivió la cantidad de días que están probados –por las planillas de egreso del IPP-, debería haber sobrevivido. ¿Cómo analizan esto ustedes?
-Esa es una de las partes del relato donde el Tribunal le llama la atención a Berduc. Por un lado, dijo que esa patología que el niño tenía requería de una cirugía, que en Paraná no se hacía. Le preguntaron por qué entonces lo derivaron a un nosocomio local y no a uno donde esta práctica se realice. Ahí la respuesta vino medio incómoda, por el lado de que tenían que estabilizarlo y que no tenían un diagnóstico. En un momento dijo que lo tenían y en otro que no. Hubo unas idas y vueltas en el testimonio que no convencieron mucho. Por esa razón es que dijo haberse sorprendido al saber que el niño tuvo un egreso del IPP, después de más de 20 días. La amnesia de los médicos es un capítulo aparte, que llama mucho la atención.
Textuales
-“Nosotros tenemos muchas expectativas. Esperamos que puedan surgir nuevos elementos y entre todos vayamos reconstruyendo lo que pasó. Sobre todo, tener más datos para dar con el paradero del hermano de Sabrina. La hipótesis del niño muerto salió vaya a saber de donde, más allá de que él pudo haber tenido alguna complicación en sus vías respiratorias. Es una versión que se tiró en su momento y de la cual se hizo eco después la gente del hospital, sin tener la certeza de que fue así. Nosotros tenemos que pensar que el hermano de Sabrina está vivo. Pensamos que está vivo y que lo vamos a encontrar. Eso es lo que nos mueve a seguir.”
-“Ya no es tiempo de tener miedo ni de callar: es tiempo de aportar, hablar, comprometerse y entre todos transitar este camino de justicia que nos hace crecer como sociedad. No hay que pensar que la dictadura fue un tema solamente de las víctimas directas: es un tema que atravesó a la sociedad.”
-“Lo bueno del juicio oral es que la gente puede escuchar los testimonios y conmoverse con aquello que se relata. En este caso ha pasado, y con creces. Hay buena sintonía. Lo que he notado en estas dos semanas ha sido muy bueno. Estoy gratamente sorprendido.”
-“Estamos convencidos de la existencia de una maternidad clandestina en el Hospital Militar. De eso no tenemos ninguna duda.”
-“Que los médicos no hayan dicho nada, también a nosotros nos va reafirmando muchas cuestiones. Tenemos que pensar que hablamos de profesionales que sabían que los chicos pertenecían a una persona que estaba detenida, y dispusieron su traslado sin ningún consentimiento de la madre, quien supuestamente se encontraba en el mismo ámbito. Tenemos muchas expectativas para las próximas semanas. Declarará gente del Instituto Privado de Pediatría, donde los chicos estuvieron 20 días.”
Foto: ANALISIS DIGITAL
http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=152602
3 Sep
“Algunos creen pertenecer a una casta social importante, pero son todos unos cobardes, asesinos, torturadores y violadores”, lanzó María Luz Piérola
Criticó que Ferrarotti y Berduc “hagan como que no recuerdan nada”
La militante de derechos humanos, María Luz Piérola, dijo que en el juicio oral y público por el robo de bebés en el Hospital Militar de Paraná, “da mucha bronca que (Juan) Ferrarotti y (Alfredo) Berduc hagan como que no recuerdan nada” sobre el nacimiento de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela. También fustigó contra los represores: “Tienen una soberbia total y son unos matones de cuarta, que defienden a ultranza la doctrina de seguridad nacional y todo lo que fue la estructura militar en el país. Creen pertenecer a una casta social importante, pero son todos unos cobardes, asesinos, torturadores y violadores”. Destacó que la declaración de Sabrina Gullino, hija de Negro y Valenzuela, “fue muy conmovedora y con mucha entereza”.“Ahora estamos juntando partes de este rompecabezas, las enfermeras recuerdan bastante, pero tenemos que seguir investigando para ver qué pasó con el hijo varón de Raquel”, explicó Piérola en declaraciones al programa A quien corresponda (Radio De la Plaza).
“Vemos que las enfermeras se acuerdan pero tienen cierta contracción y los médicos dicen que no se acuerdan de nada. El nacimiento de los mellizos no fue algo que se da todos los días, no pueden decir que no se acuerdan de nada. Eso da mucha bronca. Hay una amnesia colectiva y un pacto de silencio”, indicó.
En ese sentido criticó que los represores “son unos cobardes, en lugar de decir que estuvieron en contra de lo que ellos llaman subversión, no dicen nada y le echan la culpa a (Paul Alberto) Navone, que se suiicidó”.
También se manifestó molesta por “la soberbia con la que miran” y los tildó de “cobardes, asesinos, torturadores y violadores”.
Respecto a la declaración de Sabrina Gullino, opinó: “Me pareció muy conmovedora y con una gran entereza se dirigió a ellos (los represores) y les dijo que se arrepentían de no haberla tirado al río porque hoy ella estaba ahí buscando justicia”.
3 Sep
Habla el padre de Sabrina Gullino: “Nunca pensamos que podría ser hija de desaparecidos”
Dio detalles del trámite para su adopción. Relató que con su mujer realizaron tratamientos y no podían tener hijos. Se anotaron en una lista de espera y a los pocos meses les dieron a Sabrina, “una hija maravillosa”.
El padre adoptivo de Sabrina Gullino, la nieta recuperada número 96 e hija biológica de Raquel Negro, contó los pormenores del trámite de adopción de la misma. Raúl señaló que la acompañó este miércoles en su declaración testimonial en el marco de la causa Hospital Militar “como corresponde a un padre en los momentos difíciles de un hijo”. Dijo que la joven estaba “con ansiedad y un poco nerviosa.
Es una hija maravillosa, con sus cosas buena y malas como todo hijo, pero el balance es totalmente positivo”.
Consultado sobre el proceso de adopción, el hombre relató: “Con mi señora tuvimos un período de cinco años después de casarnos en que no pudimos tener chicos. Hicimos tratamientos hasta que decidimos adoptar. Nos anotamos en el Juzgado de Menores de Rosario. Entramos en una lista de espera que duró entre nueve y 11 meses. Un día nos avisaron que había un bebé para la adopción y era Sabrina. La fuimos a buscar a Tribunales. Nos dijeron que había sido abandonada en la puerta del hogar del Huérfano, pero nunca pensamos que podría ser hija de desaparecidos, porque no nos pareció que el procedimiento era acorde a las versiones sobre otros casos”, ya que “generalmente a los hijos de desaparecidos se los daban a otro militar o algo así”. “Pensamos que alguna chica que no la podía tener la había dejado en el hogar del Huérfano para que la encontraran enseguida y la dieran en adopción”, aseveró Gullino.
Asimismo, afirmó que “Sabrina sabía desde chiquita que era adoptada. Por ahí le surgía alguna duda y decía si no sería hija de desaparecidos, por la época en que nació, pero nosotros decíamos que su caso era distinto”. Sin embargo, “un buen día nos llega una citación que la llevó un policía sobre la causa Trimarco. En Internet salió toda la historia y era la de Sabrina. Cuando vimos eso enseguida dijimos: sos hija de este matrimonio. Vinimos a los tribunales de Paraná y todo coincidía. Se hizo el ADN, pero ya antes de de eso no teníamos dudas porque todos los datos coincidían”, concluyó Raúl Gullino. (Fuente: Elonce.com)
1 Sep
Pensandola a Raquel
Varias veces he escrito; charlado recordado a RAQUEL; no siempre igual; pues el recuerdo; en procura de construir memoria esta atravesado por las circunstancias; por los contextos; lo subjetivo: no es lo mismo recordarla sin conocer los hijos, aunque sabía de su existencia, que hoy que los he abrazado, besado y contado algo, quizás muy poco aún, sobre sus padres. No es lo mismo saber que Sabrina y Sebastián están juntos, que así pelean, resisten, para hacer Memoria Verdad y Justicia, con sus padres, buscando al melli, con la historia…
Si pienso en la Memoria, verdad y justicia como resistencia, no puedo escapar a cuanto luchó y resistió Raquel en la búsqueda de estas tres dimensiones en su vida y hasta el último aliento, siempre en relación a los humildes, a los necesitados de los que recibió y con quienes construyó Memoria y Verdad en el camino de optar por el Peronismo Revolucionario y de la Justicia Social hizo utopía y le dedicó espacios y tiempos, cuerpo e ideas.
Mujer, que hizo de la profesión militancia y de la militancia profesión. No puedo recordarla solo como profesional, ni solo como militante, sí como compañera, Que entregó mucho de sí, y también quiso para sí un país, una Santa Fe Justa, inclusiva y una familia, por eso peleó su maternidad, quería ser madre, querían ser padres, hasta que lo lograron y hubo alegría en todos los que la/los queríamos, cargó con otras maternidades, porque como dije éramos compañeras, y como tal com-partiamos, entonces llevó mis vestidos -en esa época usábamos vestidos en los embarazos-, y se entrenaba en el oficio de ser madre con los hijos de los compañeros …
Mujer con agallas, que sabía de la isla y sus misterios, carpintera cuando era necesario, diciendo sí a los desafíos aunque en ellos se fuera la vida, eligió cómo vivir y lo hizo hasta el final aunque otros decidieran por ella. O sobre ella
¡ RAQUEL, MARCELINO, TUCHO PRESENTES HOY Y SIEMPRE !
Alejandrina
Santa Fe 29 de agosto 2011
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